Sinopsis
«Solo me queda una foto de mi madre, la que llevaba siempre mi abuela en el refajo y que salía también mi padre con una cara de cabreo que se te quitaban las ganas hasta de mirarlo. Ahora lo único que se ve de él es el hombro, porque mi abuela la cortó por la mitad y así, que más cutre no podía ser, la puso en una de las baldas del mueble del salón, al lado de la falsa de mi primera comunión con un traje prestao para sacar la foto y de la de mi hermana, vestida de pija, cuando cumplió dieciocho tacos».
Todas las familias tienen secretos
Todas las personas tenemos secretos…
La vida tiene secretos.
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